domingo, 20 de abril de 2008

vicky en el teatro


Siempre supiste que a Victoria Vanucci le cabe la fiesta. Es que no puede ser de otra manera, fijate cómo se sienta sobre sus talones para que se le meta la bombacha de cuero bien adentro de esa cola que ella misma confesó le encanta que le hagan. Todo en la cancha de la Viciosa Vicky está pensado para llevarte directo al sector de ingreso: las cadenitas que bajan por la espalda hacia la cola, el tatuaje bajo que señala la bikini de cuero negra onda sado, los espejitos que le cuelgan en la entrada del orto, los tacos justo debajo del upite. “Me gustaría armar una fiesta bien lujuriosa como la de Ojos Bien Cerrados“, dice Victoria Vanucci confirmando todo lo que sospechabas. A juzar por cómo apareció vestida en un galpón de mala muerte, la ex tenista vino preparada para que la cagues a pelotazos y la llenes de polvo, pero no de ladrillo. “No me siento una come hombres”, aclara Vanucci pero las fotos la desmienten absolutamente, “lo que pasa es que tengo un cuerpo demandado por los hombres”. Y no es para menos, porque la morocha tiene una actitud tan abierta como el ojete, y eso es atractivo para todos, mujeres inclusive. “Me está pasando ahora en el teatro que se me insinúan muchas mujeres”, dice Vanucci de las chicas que quieren comerle la cotorra, “me lo dicen mis compañeras, o inclusive mientras estoy en el escenario algunas mujeres me guiñan el ojo.” Pero la mayor guiño lo hace la cola de Vicky, que por ahora se entretiene morfándose el cuero de la bikini a la espera de la barra de carne tuya. Mirá de nuevo ese culo envuelto en cuero, las medias de red y los tacos, la mirada hambrienta de Victoria Vanucci — la guacha no finge, ahí hay calentura real. “Es que me excita hacer producciones de fotos” confiesa la morocha de Banfield y el sólo pensar que la muy putita se debe haber mojado enterrándose la bombacha entre las cachas te desespera y te da una idea: pelá la cortaplumas “multiuso” que siempre llevás al pedo y ponésela en el cuello, que a Vicky le gusta la adrenalina. “Contra la pared putita”, decile mientras le ponés la cortaplumas en el cuello, “abrí las gambas y no te muevas, porque te voy a hacer un tajo arriba del tajo y te voy a coger de parado con la bombacha puesta”. Y hacele un tajo largo, cosa de poder hacerle también la cola sin tener que sacarle la bikini, las medias de red o los tacos. “A mi me gusta hacer un variadito de sexo clásico, oral y anal” explica Vicky muy putita, “por eso me gusta usar corsets y cuero para realzar los puntos clave, son fundamentales para armar un fiesta lujuriosa”. Y no te preocupes si el escabio te hace temblar el pulso, con lo caliente que está el cortecito en la concha no lo va a sentir, y no te preocupes por la sangre que a Vanucci le encanta el enchastre. “Al acabar, me gusta que se desparrame por la zona de mi cintura y hacia abajo.” Perfecto: batí la sangre y la leche a pijazos hasta formar un helado caliente que le pegotee toda la cola. Después ordenale que se coma el heladito de frutilla hasta dejarte el palito bien limpito.

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